Comentarios: En 1994 la Biblioteca Pública Municipal Mateo Alemán, ubicada en la calle Santander, se trasladó a su actual ubicación, calle Los Pueblos Blancos. El mobiliario con el que se abrió se adecuaba al espacio y a las necesidades del momento, dos amplios salones en el que la sala de consulta y estudio, así como el fondo documental compartían espacio.
Desde esa fecha hasta la actualidad el concepto de biblioteca ha cambiado, en estos momentos nos encontramos con una biblioteca abierta, un centro cultural, con una gran funcionalidad y diversidad, en la que atendemos a toda la población del municipio: niños, jóvenes, estudiantes, jubilados, amas de casa, inmigrantes. etc.
También tenemos que tener en cuenta las demandas culturales propias de la biblioteca (encuentros literarios, clubes de lectura, talleres infantiles, etc), así como las de los distintos departamentos municipales que hacen necesario contar con un espacio propio para el desarrollo de las mismas, teniendo que contar con un mobiliario ligero y versátil, que permita su desplazamiento de forma rápida y segura para poder adecuar el espacio a las demandas del momento.
Teniendo en cuenta el cambio de necesidades y funcionalidad de la biblioteca, así como el deterioro sufrido por el mobiliario durante estos años, hace necesario adecuar éste a esta nueva situación.
Una de las demandas que tenemos que tener en cuenta es la de una sala de estudio para nuestros jóvenes. Los estudiantes y opositores de nuestro municipio tienen la necesidad de contar con un espacio adecuado a sus necesidades, una zona sin ruidos y diáfana, en la que cuenten con un mobiliario que les permita estar varias horas sentados estudiando; para esto necesitan mesas y sillas cómodas:
- Estas mesas deberán ser para cuatro usuarios como máximo y deben contar con iluminación y enchufes incorporados.
- Las sillas tienen que ser confortables y en colores neutros que permitan la relajación y la concentración.
Otro punto clave de la biblioteca es la zona infantil, la de nuestros futuros lectores. El acercamiento de los niños al mundo de los libros y la lectura debe realizarse desde una edad temprana. La lectura por parte de padres, abuelos y profesores hace que se sientan atraídos por los libros, que vivan cientos de aventuras, que se sientan piratas, príncipes o reyes de reinos lejanos. Para facilitarles el acercamiento a estos materiales necesitamos contar con un mobiliario adecuado; mesas, sillas y estanterías con medidas acorde con su altura; las estanterías deben permitir que ellos puedan coger los libros, manosearlos, disfrutar de un momento de relax junto a sus padres, que estos les lean el cuento que ellos elijan. La altura de las estanterías debe oscilar entre 105 y 150 cm, buscando siempre la accesibilidad de los niños.
Otros elemento importantes a la hora de acercar los libros a los peques son los cubos de cuentos, en los que se colocan los libros de cartón y de distintas texturas, siendo estos de fácil manejo para los niños de corta edad, pudiendo tocar, abrir y jugar con ellos.
El conjunto de todos estos elementos hace que la biblioteca resulte cómoda, atractiva, que atraiga a lectores y a futuros lectores, que nuestros niños y mayores quieran venir a ella y que se sientan parte de ella.